En este número de la revista hay voces mucho más autorizadas que la mía para glosar la figura de Carlos Carnicer. Yo simplemente quiero rescatar dos documentos. Uno, del archivo de Montemuzo: una imagen de una fiesta de Carnavales organizada por el colegio en el hotel “Don Yo” allá por 1991 (Carlos se veía con más tipo de picador que de torero, un amigo le prestó el traje y de esta guisa quedó para la posteridad). Otro, el texto de una ponencia con “seis anécdotas de abogados seis” que presentó en la asociación “La Cadiera” en diciembre de 2007. Según nos cuenta fue una oferta que le hizo el también recordado Antonio Teixeira y que no pudo rechazar. Nos hablan no de abogacía institucional, honores y solemnidades sino de abogados y jueces zaragozanos, de tiempos que poco a poco se alejan, de humor y gusto por la vida. Permiten que quienes ya no están aquí pongan una sonrisa en nuestras caras.