¿Escribir es una válvula de escape?

Para mi escribir es un regalo, una afición, hacer lo que me hace disfrutar. Idear personajes, inventar vidas ajenas, hacerles viajar y vivir experiencias de todo tipo es una diversión. Yo no utilizo la escritura para evadirme ni para abstraerme del mundo. Simplemente me gusta crear y dejar volar mi imaginación.

¿Era cuestión de tiempo que se lanzara a escribir su primera novela?

Desde luego. Yo ya escribía de pequeña, en la máquina de escribir de mi abuelo y en las posteriores que me regalaron los Reyes en Navidad (era uno de mis regalos favoritos). Gané dos concursos de redacción mientras estaba en el colegio, uno de cuentos navideños y otro de la que entonces era la fábrica de colchones Flex, en la que me premiaron con un microscopio que todavía conservo. También escribía ya mis novelas y durante el confinamiento mi madre me dio el último empujón. Sin su apoyo nunca me habría decidido a dar el paso. Para mi ella, que me conoce, ha sido fundamental a la hora de emprender esta nueva aventura.

“El viento sobre el acantilado” nació con premio, obra finalista en el III Certamen Malas Artes de Novela Juvenil y de Fantasía, frente a más de 270 candidaturas…

No esperaba ese reconocimiento y menos tratándose de mi primera novela. Soy una gran lectora y tengo mucho respeto a quienes escriben, por eso me hizo mucha ilusión que antes de su publicación a alguien desconocido le hubiera gustado mi novela entre tantas candidatas.

¿Qué ha querido contarnos en esta novela?

He querido contar muchas cosas, pero sobre todo la importancia del amor. No sólo de pareja, también el amor de madre, de abuela-nieta, de la familia, de los amigos, el amor en todas sus vertientes. Como se suele decir, el amor mueve el mundo, y en definitiva lo que te ayuda a seguir adelante en las dificultades y ser feliz.

¿Qué tiene “El viento sobre el acantilado” de Ana Bonilla?

Tiene muchas cosas: vivencias personales, lugares que me enamoran, pero lo esencial es el positivismo, valorar a las personas que te rodean (mi mayor tesoro), la paz interior que mantengo y la lucha y superación frente a las adversidades.

¿Y qué tiene de @emma_masqguapa?

De Emma Masqguapa tiene la capacidad de valorar la belleza y la importancia de ayudar a los demás, y un personaje muy especial que triunfa en la vida, con unos estilismos perfectos, pero que en definitiva y tras superar un bache se da cuenta de lo que de verdad importa sin descuidar su esencia.

Dicen que para ser escritora hay que ser una gran lectora, ¿cuáles son sus influencias?

Leer es mi pasión, y admiro mucho y adoro las obras de los españoles Julia Navarro, Luz Gabás, María Dueñas, Carla Montero y Rafael Tarradas Bultó. Tengo todas sus obras. Internacionales mi favorita es Lucinda Riley, pero también me inspiran mucho a la hora de crear historias Kristen Hannah, Kate Morton o Sarah Lark.

Hemos comenzado hablado de su blog y me gustaría volver a las redes porque también siente pasión por la moda y por la moda aragonesa…

Como “instagramer” mi misión fundamental es trasmitir mi pasión por la moda, y la aragonesa en especial, por ser de mi tierra. Me gusta defender lo nuestro. Tenemos grandes diseñadores y creadores en Aragón, y me parece importante darlos a conocer y dedicarles el reconocimiento y admiración que se merecen. El talento aragonés es enorme y aquí han nacido diseñadores tan importantes como Pertegaz, Antonio Marcén o mi adorado Antonio Burillo. Actualmente hay jóvenes promesas muy formadas que no hay que perder de vista.

¿Cómo se compaginan todas estas facetas: ¿madre de dos hijas, blogger, influencer, escritora, abogada?

Con mucho esfuerzo, dedicación y pasión. Nunca pierdo de vista que, ante todo, mis hijas son mi prioridad, y mi profesión y trabajo como abogado me apasiona, por lo que eso siempre irá por delante. El resto de mi tiempo libre lo dedico a lo que me gusta. Y cuando haces lo que te gusta no supone tanto esfuerzo. En mi casa son muy comprensivos con todas mis actividades, lo respetan y me apoyan. Ese en definitiva es el secreto.