Pedro Galán Carrillo. Abogado.
Tras haber examinado la evolución del sello del colegio de abogados de Zaragoza desde el siglo XVIII a la actualidad (revista “Standum est chartae”, número 6, octubre de 2016) toca ahora abordar la renovación de imagen que se planteó nuestro colegio a principios de ese año, cuando la junta convocó un concurso de ideas para el diseño de un logo.
Han sido varios los colegios de abogados que se han planteado una puesta al día de sus emblemas. Las opciones eran mantener los emblemas tradicionales, ponerlos al día simplificándolos o hacer logos de nuevo cuño. He incluido un Apéndice con los logos de los 83 colegios de abogados de España ordenados por provincias (y dentro de cada provincia los colegios de ámbito inferior cuando los hay). No voy a detenerme en los símbolos locales y provinciales, solamente en los jurídicos.
Los emblemas tradicionales de los colegios de abogados suelen combinar los escudos locales o provinciales, que en ocasiones son una suma de los blasones correspondientes a los partidos judiciales históricos junto a símbolos propios de la justicia. Dentro de estos símbolos los más empleados son la balanza, la espada y el haz de lictores. También hay fuertes influencias religiosas e incluso mitológicas. Estos emblemas tienen un aspecto solemne y parece que son “de toda la vida” cuando la mayoría de los colegios se fundan en el siglo XIX.
Los símbolos jurídicos más usados por los colegios de abogados de España son los siguientes:
La renovación de las imágenes corporativas ha sido un proceso abordado por varios colegios de abogados durante los últimos años. La idea rectora ha sido simplificar las representaciones. Sin ánimo de ser exhaustivo es el caso de Madrid, que no es la primera vez que aligera su emblema (han desaparecido las palmas originales, símbolos de la victoria y ahora el tronco del árbol es más bien una columna); es también el de Barcelona o Mataró, con una elegante combinación de emblema y tipografía o de Cuenca, Granada y Pamplona, aligerando el emblema tradicional en forma semejante a Zaragoza.
Por destacar algunos colegios renovadores, Albacete ha combinado la tipografía con el uso de medio escudo tradicional. Córdoba ha renovado completamente su imagen y usa una exótica toga con raso azul. Tenerife usa unos libros amontonados componiendo una pirámide.
Colegios que han centrado la renovación en la tipografía son Alicante; Mataró la destaca sobre su emblema tradicional que pasa a segundo plano, de una forma mejor resuelta que su colegio hermano de Sabadell. El colegio de El Ferrol también le da todo el protagonismo a la misma, sin usar emblemas adicionales. Palencia se centra en el uso de las letras “A” y “P” combinadas con un platillo de balanza. Vigo también utiliza ese platillo en la “A” de su emblema renovado. Y Tarragona destaca en rojo la inicial de la localidad, primándola sobre el resto del anagrama colegial.
Otros colegios han dado protagonismo a sus sedes: es el caso de Jaén, Alcalá de Henares y Málaga.
Quiero destacar la propuesta de Estella, que ha hecho un excelente ejercicio conceptual uniendo una estrella (“stella”) a una balanza.
Por resumir las propuestas, el grueso de las mismas se centró en la tipografía. Una de ellas hizo una curiosa síntesis de tradición y modernidad combinando letras góticas con la “tecnológica” arroba que algunos sitúan en el medievo: ReIC@Z. Otras se decantaron por el uso de fuentes convencionales combinando el anagrama “ReICAZ” con el nombre completo del colegio: “Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza” lo que no ayuda precisamente a la pretendida sencillez. Algunas emplearon el uso de las iniciales C, A, Z combinadas en formas de rombos, balanzas, etc. Hubo también propuestas más conceptuales que unieron varias ideas en un mismo logo: el pacto, la ley, la justicia.
La renovación de la imagen colegial del ReICAZ fue planteada por su junta de gobierno que convocó un concurso de ideas para el diseño de “un logo sencillo y moderno… sin renunciar por supuesto al tradicional escudo para una imagen más protocolaria”. Este concurso fue publicitado en circular 1/2016, de 13 de enero y tuvo una buena acogida entre los compañeros que presentaron veinte propuestas, variadas en todos los sentidos. Desde las realizadas a mano alzada hasta las infográficas, teniendo en cuenta usos en positivo y en negativo, especificaciones técnicas de colores, etc.
Fueron muy originales tres de las propuestas, dos inspiradas en elementos arquitectónicos de la sede colegial de Don Jaime I (una de las tendencias en la actualización de los logos es usar alzados de los edificios, como también ha hecho la Universidad de Zaragoza con la portada del Paraninfo), y otra en el monumento al Justicia de la Plaza de Aragón (que también se usó como portada del boletín del colegio en épocas anteriores). Buenas ideas que tal vez no tuvieron la mejor plasmación gráfica.
Otras dos propuestas emplearon el león zaragozano, pese al ámbito provincial y no local del colegio. Una de ellas vendó los ojos del león y otra, técnicamente muy bien presentada, lo envolvió en un círculo completado con una espada y una balanza.
El logo vencedor fue el presentado por el compañero Nazario Mendoza. Esta propuesta sigue el ejemplo de los colegios que han simplificado sus emblemas tradicionales:
El autor mantiene la continuidad con el emblema de 1887 que todos identificamos. Se conservan casi todos los elementos del actual emblema colegial, hasta el birrete, lo que no ha favorecido precisamente la sencillez del resultado. Lo único que desaparece es el lema “Standum est chartae”, empleado por nuestro Colegio desde 1881 y por la Facultad de Derecho de Zaragoza desde 1906 (el sello de la facultad parece medieval y en realidad es de principios del siglo XX; fue una donación y un probable diseño de Juan Moneva, quien andando el tiempo sería decano de la misma). La propuesta ganadora también desarrolla el uso del logo en tarjetas, sobres, membretes, etc.
Una vez estudiada la historia del sello de nuestro colegio y habiendo visto cómo han resuelto otros colegios la renovación de sus identidades corporativas pienso que la propuesta vencedora del concurso de ideas tiene aspectos a favor y en contra. Aspectos positivos, la continuidad con el logo tradicional, que no es tan antiguo como podía pensarse. Aspectos menos positivos, no haber logrado la simplificación pretendida: el logo sigue siendo complejo, como su antecesor. El uso de dos tonos también implica complejidad a la hora de implementarlo. Y hemos perdido el lema colegial, que nuestro colegio emplea desde finales del siglo XIX.
A mi modo de ver fue una propuesta digna y desde luego la mejor de todas las presentadas, lo que no quiere decir que fuera la mejor de las posibles. Otras propuestas como las inspiradas en la sede colegial, o en el monumento al Justicia (no en la forma en que se plasmaron) hubieran contribuido a la simplificación del emblema, que fue el objetivo pretendido por la junta y que ha quedado, es mi opinión, como asignatura pendiente.