El viernes, 19 de mayo, fueron programados los actos colegiales a los que se pretendía dar mayor relevancia, por la calidad de sus protagonistas.
Los miembros de la Junta de Gobierno con los homenajeados.
Así se comenzó entregando el título de Colegiados de Honor a los compañeros D. Fernando Ros de la Iglesia, D. Francisco Gracia Cebollla, D. Enrique Toquero Josa, D. Mariano Gilaberte González, D. Joaquín Sola Martínez y D. Andrés Jesús Vitoria Agreda.
Este título, conforme al artículo 46 del Estatuto de nuestro Colegio, es concedido a los compañeros que han permanecido inscritos como abogados en este colegio durante al menos cincuenta años, siempre que en su expediente no conste sanción. Ello conlleva toda una vida dedicada a la profesión – tan difícil como ilusionante- sin tacha.
Damos la enhorabuena a estos seis compañeros, agradeciéndoles su gran ejemplo como abogados. Un espejo en el que quienes vamos por detrás deberíamos mirarnos.
Se continuaba la mañana del viernes, 19 de mayo, con el acto solemne de entrega de la Cruz de San Ivo a D.Hipólito Gómez De Las roces y a título póstumo a D.Emilio Eiroa García ( recogida por su hijo, también abogado, D.Emilio Eiroa Lázaro).
Fotografía de la entrega de la medalla a D. Hipólito Gómez De Las Roces.
Entrega la medalla el Decano, D. Antonio Morán Durán a D. Emilio Eiroa García, a título póstumo que recoge su hijo D. Emilio Eiroa Lázaro.
Y, como colofón de esa mañana, se imponía la Medalla de San Ivo concedida por este Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza, a los abogados Dª Isabel Guillen Broto y Cristobal Ramo Frontiñan, por su dedicación en la gestión y coordinación en el MASTER de Acceso a la Abogacía.
Sin duda los compañeros distinguidos son merecedores de las medallas concedidas por su trayectoria como abogados, su dedicación personal mediante su participación como miembros de las instituciones colegiales, en los distintos cargos que han ocupado, a la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos, así como principalmente, a la defensa de la profesión de abogado, su papel en la sociedad y la dignidad que la toga merece y requiere.
Desde estas líneas queremos reiterar nuestra más sincera felicitación a los cuatro compañeros distinguidos.