Jesús Pérez-Santander:
“el carácter competitivo y perfeccionista de afrontar una competición para ganarla es similar a enfrentarte a un juicio complicado”
Texto: Lourdes Funes Cardiel.
Fotos: Jesús Pérez-Santander.

Jesús Pérez-Santander, además de abogado, tiene otra faceta. Es piloto de karts, pero no un piloto cualquiera. En su palmarés cuenta con 191 participaciones en pruebas de karting, de las que 7 fueron en mundiales Rotax Grand Finals. Ha disputado 434 carreras. En 86 ha terminado en pole position, 168 victorias y 277 podiums. Desde que comenzara a hacer karting. En 2009 ganó su primer mundial de karting en Egipto y a partir de ahí vinieron muchos más. Al cumplir los 18, aparcó los karts para comenzar la carrera de Derecho, pero el amor al motor y a la competición, le hizo compaginar sus dos pasiones.

El carácter competitivo y perfeccionista de afrontar una competición para ganarla es similar a enfrentarte a un juicio complicado

Comenzó con 14 años, ¿qué tiene el karting para que le “llamara”’?

Realmente comencé a competir con 14 años, pero desde los cuatro años ya había empezado a conducir karts, primero un pequeño kart diseñado para niños y desde los 11 años pasé a los karts de competición, entrenando hasta los 14 años que comencé a competir en campeonatos regionales y nacionales hasta los 18 años. Por lo que mis padres me contaron y también por lo que yo recuerdo siempre me sentí interesado por la velocidad y tenía una especial habilidad innata.

Pero, cuando pruebas un kart de competición, la sensación es tan intensa, extrema y físicamente exigente, por la aceleración, agarre y paso por curva que nadie podría llegar a cansarse de vivir una y otra vez esa experiencia.

Un kart de competición es una máquina diseñada para ir rápido, por su relación peso-potencia, y aunque las velocidades punta en los cortos circuitos de karting están en torno a 150 km/h. la aceleración de 0 a 100 es de 3,5 segundos, con un paso por curva muchísimo más rápido que cualquier automóvil o moto, características que ponen a prueba los límites físicos y los reflejos y habilidad de cualquier piloto.

Incluso los pilotos de Formula 1, todos utilizan el karting como el vehículo de entrenamiento físico y técnico más exigente fuera del propio Formula 1. Por eso, cada oportunidad que tengo para ir a entrenar o a competir con alguno de mis karts sigue siendo una experiencia que me atrae.

Aun así, el “gusanillo” del karting queda porque el paréntesis de sus estudios no le impidió retomar la actividad…

Así es; porque comencé a competir a los 14 años y hasta los 18 años; a mediados y finales de los años 80, coincidiendo en aquella época con Pedro de la Rosa o Marc Gené (entre otros), pero al iniciar la Universidad, en 1990 decidí terminar mi trayectoria y centrarme en los estudios de Derecho. Ni siquiera volví a entrenar durante más de 10 años, hasta que en 2002 compré de nuevo un kart de competición, al principio sólo para entrenar y volver a pilotar por pura afición.

Pero la primera vez que volví a salir a pista en 2002 y me reencontré con esas increíbles sensaciones, que sólo un misil como un kart de competición te ofrece, me di cuenta de que mi trayectoria deportiva no había terminado. Entonces tenía 30 años, y ahora con 51 llevo 21 años consecutivos y 25 en total compitiendo. Y mientras pueda seguiré practicando este deporte, aunque ahora sea en competiciones regionales.

En 2009 fue ganador del mundial de karting en Egipto, ¿cómo recuerda aquel momento?

Si, 2009 fue un punto de inflexión y el momento más increíble que he podido vivir en toda mi trayectoria. Como te decía, en 2002 retomé la afición y en 2003 ya estaba compitiendo a nivel nacional, sobre todo con el objetivo de clasificarme para disputar los mundiales de mi categoría (Rotax Grand Finals), clasificación que sólo se consigue ganando en tu país, ya que sólo los mejores de cada país pueden acudir al mundial Rotax que cada año se disputa en una localización diferente, en una prueba o final mundial que se disputa durante una semana completa.

Me costó seis años ganar en España y clasificarme para el Mundial Rotax, habiéndome quedado en varias ocasiones muy cerca, pero sólo en 2009 conseguí el ansiado título nacional (el primero de unos cuantos), y no dejé escapar mi oportunidad en Egipto. De los 72 pilotos que competíamos representando a nuestros países, unos 30 éramos “Master” es decir, mayores de 30 años con una clasificación propia. Ese año, terminé 11º de la general y campeón en la categoría Master, lo cual fue realmente increíble dado el nivel que existe en ese Mundial Rotax y por la igualdad mecánica (todos competimos exactamente con el mismo tipo y modelo de kart que te cede la organización precisamente para que sólo el talento y la habilidad del piloto marque la diferencia.

¿Qué le llevó a dejar de competir a nivel mundial en 2018?

Desde aquel primer mundial de 2009, como digo, que marcó un punto de inflexión en mi trayectoria deportiva, todo fue más fácil. 2010 volví a ganar el título nacional absoluto y volví al mundial (aquel año en Italia) para defender mi título y terminé quinto, peleando hasta el final en el grupo de cabeza. 2011 a 2017 todos los años pude competir en pruebas internacionales (Mundial o Europeo Rotax), consiguiendo siempre buenos resultados, tanto a nivel individual como en la clasificación por países en la que España, con mi presencia como piloto, ganó en una ocasión y quedó tercera en otro de los mundiales.

Fueron unos años en los que a nivel nacional siempre conseguía la clasificación y en las pruebas internacionales acumulé una experiencia que me hizo ser muy competitivo y eficiente. Pero, todo tiene su momento. En 2018, aunque me clasifiqué de nuevo ese año en el campeonato nacional, ya renuncié a acudir al mundial Rotax de ese año, porque llevaba 7 mundiales y 2 europeos en 10 años y quise dar la oportunidad a otros pilotos. También hay que decir que ir al mundial durante una semana, casi siempre a finales de noviembre, no siempre es sencillo de compatibilizar con las obligaciones profesionales, y en 2018 tenía varios señalamientos esa semana que no pude delegar en mi hermano o en otros compañeros que me habían “cubierto” años atrás. De modo que decidí cerrar mi trayectoria en competiciones internacionales.

¿Qué significa para usted conducir y, sobre todo conducir karts?

Como explicaba antes, la sensación de pilotar un kart de competición al límite es tan intensa y llevarlo así es tan exigente física y psicológicamente que cada día que voy al circuito, aunque sea simplemente para hacer un entrenamiento, supone un reto. También es cierto que por mi carácter competitivo no sé ir despacio o relajado. Cada vuelta que doy, al marcar el tiempo conseguido en esa vuelta, mi instinto me exige “bajar” unas décimas o centésimas ese crono en la siguiente vuelta. Y así desde la primera a la última vuelta que doy cada tanda, cada día. Aunque esté sólo yo compito contra mi mismo, cada día intento mejorar mis propios registros, ir un poco más rápido, aguantar en el mejor ritmo unas vueltas más.

No digamos cuando hago una competición, aunque sea regional. El karting es, para mí, competición pura, está diseñado para ir rápido y mi instinto creo que está orientado justamente para eso mismo cuando piloto un kart.

¿Ha probado con otros vehículos de motor?

Si, he probado algún monoplaza de categorías monomarca, también coches de carreras turismo (Renault Clio Cup), y … bueno, uno de mis coches es un Porsche 911 Carrera de 320 cv, un coche realmente rápido diseñado para correr. Sinceramente, ninguno de ellos se acerca a lo que corre un kart de competición de máximo nivel. Ni de lejos. Para que te hagas una idea, con el Porsche 911 en el Circuito Internacional de Zuera, hago un tiempo de 1 minuto 22 segundos. Con mi kart KZ (el más rápido de los 4 karts que tengo), estoy en 1 minuto 0 segundos. Es decir, son ¡22 segundos en un minuto!

Cuando he probado coches de carreras como el Renault Clio Cup en circuito grande como Motorland Aragón, si consigues más velocidad punta ya que la renta es mucho más larga. Pero es un juego de niños en comparación con pilotar el kart KZ al máximo en una pista rápida como es Zuera o el circuito de karting de Motorland Aragón.

Insisto en la idea porque es difícil de entender para alguien que no haya pilotado un kart de competición (nada que ver con los karts de alquiler), es que los propios pilotos de Formula 1, sudan y se ponen al límite físico cuando entrenan en pretemporada con sus karts, en especial los KZ.

Hace poco estuve charlando con mi antiguo rival y compañero en los años 80, Pedro de la Rosa y ambos coincidíamos en que la exigencia física y técnica del KZ es brutal. Entrenando o compitiendo en una carrera el pulsómetro marca un ritmo cardíaco de 160-170 pulsaciones ¡sostenidas! Esto es llevar el físico al máximo durante 15-20 minutos que dura una carrera de karting.

¿Por qué decantó sus estudios hacia el Derecho en lugar de otros estudios quizá más relacionados con su afición del motor?

Quería ser el abogado más rápido de España (jajaja). Hablando en serio, tenía vocación por el ejercicio de la abogacía, y en cierto modo, el carácter competitivo y perfeccionista de afrontar una competición para ganarla es similar a enfrentarte a un juicio complicado.

¿Se puede compatibilizar bien el trabajo como abogado y el karting?

Si, en el tipo de competiciones en la que yo he participado, se desarrolla a lo largo del fin de semana. De modo que, teniendo un buen equipo que te presta el servicio de logística (transporte del kart, mantenimiento, asistencia mecánica), yo he podido acudir al circuito el sábado para hacer los entrenamientos y puesta a punto del kart y el domingo hacer las carreras.

Salvo el Mundial Rotax (Rotax Grand Finals) que se desarrollan a lo largo de una semana completa. Pero en esas ocasiones, intento ajustar la agenda y he contado con compañeros que me han podido sustituir casi siempre en los señalamientos de esas ocasiones.

Ahora que ya no compito a nivel nacional ni, por supuesto, internacional, mi dedicación al karting es de entrenar algún sábado o domingo en el circuito de Zuera, y desplazarme con mi remolque y el kart a los circuitos de Aragón el mismo domingo por la mañana, y al medio día regresar a Zaragoza. Es perfectamente compatible, al menos tal y como yo lo he enfocado.

¿Cómo está el sector del karting en Aragón?

Curiosamente, tenemos cinco circuitos excelentes en Aragón: Circuito Internacional de Zuera y Motorland Aragón que acogen incluso pruebas internacionales, pero después el circuito de Samper de Calanda, el circuito de Torremocha de Jiloca (dos fantásticos trazados) y también otro circuito en Zuera, más corto que el internacional, habitualmente empleado para “Karts de alquiler” pero en el que un par de veces al año nos dejan correr.

Sin embargo, la Federación Aragonesa de Automovilismo no ha sabido cuidar el deporte del karting y a los pilotos, de modo que nosotros, los propios pilotos, junto con los circuitos hemos organizado nuestras competiciones y carreras regionales en un ámbito social. Mucho más accesibles y con un ambiente muy distendido y de verdadera amistad y compañerismo entre los pilotos.

Para nosotros, es una situación ideal para seguir practicando el karting en unos circuitos espectaculares, probablemente los mejores del mundo.

En el ámbito del motor, ¿cuáles son sus próximas expectativas/citas?

Mis expectativas son seguir pilotando y disfrutando del karting sin fecha de caducidad. Bajar el nivel de competir a nivel nacional (e internacional) para hacerlo a nivel regional o social es disfrutar igual, pero con menos presión, menos gastos y menos dedicación en cuanto a tiempo.

Hace mucho que conseguí todo lo que algún día me había imaginado, incluso más. No olvidaré que, cuando empecé a competir a los 14 años, mi objetivo y mis expectativas las tenía muy claras en aquel momento. Aprender, mejorar y llegar a ser un piloto competitivo a nivel nacional. Ni siquiera soñé con ganar 15 veces el Campeonato de Aragón, 7 títulos nacionales en diversos certámenes que me valieron para representar a España en competiciones internacionales y, por si fuera poco, llegar a ganar un mundial Rotax en la categoría DD2-Master. Eso fue en 2009, yo creo que aquel año, me acabé el juego, pero no dejé de jugar ni pienso dejar de jugar durante muchos años más.

Evidentemente con 51 años, para seguir siendo un piloto rápido no sólo vale la experiencia y las 436 carreras que llevo disputadas. Ahora, además, tengo que seguir un entrenamiento adicional muy exigente, que yo he elegido hacerlo con el ciclismo, porque es uno de los pocos deportes que es tan exigente y te da un punto de forma física adecuado para seguir estando en forma y poder ir rápido.

En consecuencia, mientras me divierta y siga siendo rápido y estando en forma, seguiré pilotando y compitiendo en karting. Y … creo que me queda todavía mucha cuerda. Cada año bajo algún récord personal en los circuitos aragoneses en los que sigo pilotando.