Antonio Morán Durán
Decano del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza

Aquí tenemos un nuevo ejemplar de nuestra revista en formato digital donde se entrevista a una persona muy querida en el Colegio, Tomasa Hernández, recientemente nombrada Consejera de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón. La relación del Colegio con Tomasa ha sido siempre magnífica y buena prueba de ello fue la reciente concesión de la Medalla al Mérito entregada hace unos meses por el excelente trato dispensado, tanto al propio Colegio en su anterior paso por el Gobierno de Aragón, como a los abogados en su labor como Letrada de la Administración de Justicia.

También queremos destacar el reconocimiento efectuado a dos funcionarios de prisiones, Manuel Becerril y Rafael Aparicio, por su magnífico trato y buen hacer con los compañeros que se dedican al Derecho Penitenciario. En este número nos hacemos eco.

Y, como no todo es celebración, los colegiados también nos hemos manifestado, exigiendo la dignificación de la profesión en general y del turno de oficio en particular. En esta labor, que afecta a todos los colegiados, entiendo que es la Junta de Gobierno la que debe guiar estas justas reivindicaciones y en este camino estamos. Juntos y no cada uno por nuestro lado, seguro que tendremos más posibilidades de conseguirlo.

Ya en algún otro número hemos dedicado un apartado a lo que hacen, fuera del mundo jurídico, otros compañeros. En este ejemplar, podrás leer una amena entrevista a Augusto González, miembro del conocido grupo musical “B Vocal”, de quien nos alegra que guarde tan buen recuerdo de su paso por la Abogacía.

Mantenemos nuestra colaboración con la editorial Tirant, con tres artículos de gran interés jurídico como es el complemento de la pensión contributiva por maternidad a favor de los padres, las principales novedades fiscales y un estudio sobre la modificación de los recursos de casación.

El interés por el día a día del Colegio ha quedado plasmado en la refundación de la nueva Sección de Derecho Digital, que ya ha iniciado su andadura con una sesión inaugural. Seguro que este ímpetu inicial no decaerá y podremos contar en el futuro con nuevas actividades formativas en una materia que está en continua evolución y, por tanto, de plena actualidad.

Para finalizar, dos compañeros, colaboradores habituales no sólo de esta revista, sino también con el Colegio en general, Pedro Galán y José Luis Artero, nos ofrecen interesantes artículos dedicados a la familia Comín y al cine. Quiero agradecerles muy especialmente su excelente disposición y colaboración con el Colegio.

Para terminar, en este número incorporamos un video del 625 Aniversario del Colegio, que celebraremos el año próximo. En breves fechas, os iremos contando novedades al respecto. 2024 será un magnífico año, no sólo para celebrar, sino también para consolidar derechos y reivindicaciones de la Abogacía. Como he manifestado antes, en esta labor hemos de estar todos más unidos que nunca.

Antonio Morán Durán

Y, como ya he indicado en alguna otra ocasión, os invito a participar en esta revista que constituye un cauce de información, uno más, y de participación colegial de todos los compañeros.

Un cordial y afectuoso saludo.

Antonio Morán Durán
Decano del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza

Todos sentimos curiosidad por saber qué opinan de nuestro trabajo; es algo natural e incluso saludable. Al fin y al cabo en nuestra actividad tenemos muchas ventanas abiertas por la que nos miran desde jueces y otros funcionarios públicos hasta nuestros clientes.

En la Abogacía no tenemos estudios regulares que concretamente examinen esta cuestión. No obstante sí disponemos de análisis anuales sobre la percepción y valoración de los ciudadanos de los servicios de Asistencia Jurídica Gratuita. Estos análisis se contiene en el Informe del Observatorio que, cada mes de julio desde hace dieciséis años, hace público el Consejo General de la Abogacía Española.

El estudio de las opiniones que tiene un ciudadano de su abogado, cuando es usuario de la justicia gratuita, puede ser perfectamente extensible y extrapolable al resto de la actividad de la Abogacía. Y se puede afirmar que la percepción sobre su confianza y valoración son más que positivas.

En el XVI Informe del Observatorio de Asistencia Jurídica Gratuita se contiene un nuevo Barómetro elaborado por Metroscopia, entidad ésta que no creo que genere dudas sobre su rigor y fiabilidad. Las conclusiones a las que llega deberíamos conocerlas todos los abogados y, por extensión, al menos el resto de los operadores jurídicos. Me permitiré detenerme en un par de parámetros analizados para, de forma subjetiva por mi parte aunque creo que no desacertada, sacar alguna consecuencia general. Quizás con ello ayudemos a corregir algunas leyendas urbanas y a combatir estereotipos.

Se destaca que los ciudadanos que han utilizado los servicios de un abogado tienen una mejor valoración de la profesión que aquellos que nunca los han requerido.

Por tanto conocer a la Abogacía de cerca ayuda a mejorar la imagen de la profesión, algo que es reconfortante.

La confianza de los ciudadanos en la Abogacía, con una alta puntuación respecto a otras actividades e instituciones del Estado, viene siendo una gratificante constante desde hace años. A tal fin sugiero a los compañeros que cuando caigan en momentos de pesimismo, contrariedad y desánimo profesional, ojeen la obra “La Abogacía ante el espejo. Un retrato sociológico”, de José Juan Toharia, pues supone una dosis de optimismo y autoestima profesional.

En la obra mencionada -tras la obtención de datos demoscópicos durante una década- se constata que el 91% de los ciudadanos valoran la capacidad de pacto y negociación de los abogados. Este dato no parece compaginarse con el mito popular del letrado litigador y pendenciero; y, además, destaca sobre el déficit existente en otros ámbitos en los que la palabra “negociación” parece haberse olvidado en los últimos años.

Y con valoraciones igualmente muy satisfactorias los ciudadanos se pronuncian sobre las organizaciones colegiales. Éstas, de forma mayoritaria, son percibidas como necesarias y útiles. Tal como se destaca en el XVI Informe del Observatorio, En el caso del ciudadano medio, los Colegios de Abogados son percibidos como garantes del bien hacer de sus integrantes y como celadores del honor corporativo; es decir, en modo alguno, como entidades obsoletas o de relevancia marginal para el buen funcionamiento de la Abogacía.

Antonio Morán Durán

Espero que sirvan estas breves y ligeras semblanzas de las percepciones de nuestros conciudadanos como estímulo para seguir con nuestra labor profesional, tan delicada ésta como importante, pues sin abogados, sin derecho de defensa, no se puede garantizar la Justicia ni, por tanto, el Estado Democrático de Derecho consagrado en el artículo primero de nuestra Constitución.