Teletrabajo. Covid-19. Nueva Ley. Nueva Era

Lidia Marina Romero.

Desde el 16 de marzo hemos estado viviendo una serie de situaciones convulsas, no sólo en el terreno socio-sanitario para lo que nadie estaba preparado sino también todo lo que se refiere al terreno laboral.

En España, uno de los países de la Unión Europea donde el Teletrabajo no se encuentra a la orden del día y por ello no está regulado en la mayor parte de las empresas, (lo recomendable en estos momentos todavía inciertos sería negociarlos con los representantes de los trabajadores aunque se hiciera en un principio de forma temporal y sobre todo con la aprobación del Real Decreto-ley 28/2020 de 22 de septiembre, de trabajo a distancia).

Tenemos por delante de nosotros a los Países Bajos, Suecia, Finlandia, Bélgica, Francia y Reino unido; además de Estados Unidos, Japón y Colombia, una modalidad muy consolidada sobre todo desde el lado del trabajador autónomo, y con gran cultura laboral en este aspecto de trabajos no presenciales.

Son pocas las empresas que impulsan a los empleados a ejercerlo, tenemos en nuestro país a Telefónica, Repsol, Banco Santander, Central de reservas, Educaria, etc.

Además de las tantas ventajas que ofrece como la flexibilidad del empleado en cuanto al desplazamiento, posibilidad de una mayor conciliación laboral y social, y creación de ambiente óptimo y satisfactorio, hemos de contemplar una serie de desventajas como son horario, gastos de luz, internet, material etc, que debe estar regulado por la empresa, ya que estarán obligadas a dotar de los medios, herramientas, recursos y consumibles que el trabajador necesitase. Así como todos los derechos que tuviese el trabajador presencial, como sería la desconexión digital, la regulación del horario, etc.

El primer intento que hemos vivido, sobre todo debido a la pandemia que ha afectado a todas las empresas en mayor o menor medida, se implantó con el artículo 5 del Real Decreto-ley 8/2020 de 17 de marzo.

Con la negociación se habrán de incluir una serie de condiciones, como es realizar un inventario de los medios necesarios, los gastos económicos que conllevan, porcentaje de la jornada a distancia y presencial, así como la disponibilidad, etc.

Esta ley tan pionera y para que todo aquel trabajador quiere acogerse a esta modalidad deberá cumplir una serie de requisitos, tales como:

  • El trabajador puede acogerse a la normativa de teletrabajo como mínimo de un 30% de su jornada semanal durante un periodo de tres meses, es decir, al menos dos días a la semana.
  • Acuerdo individual, cumplimiento de estas tasas obliga a la empresa a firmar un acuerdo individual con cada trabajador con un plazo de tres meses.
  • Voluntariedad y reversibilidad del teletrabajo: el trabajo a distancia será voluntario para la persona trabajadora y para la empresa, así como reversible.
  • Semejanza en el trato entre trabajadores y tele trabajadores: los mismos derechos y sin sufrir perjuicio en ninguna de sus condiciones laborales, incluyendo retribución, estabilidad en el empleo, tiempo de trabajo, formación y promoción profesional.
  • Control empresarial: la empresa «adoptará las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control» con el fin de que los trabajadores cumpla todas sus obligaciones y deberes laborales, pero con la debida consideración a su dignidad.
  • Por último, la entrada en vigor de la ley tendrá un periodo transitorio de un año, ampliado en negociación colectiva hasta un máximo de tres, para la aplicación de la norma a las relaciones laborales que ya estuvieran reguladas por un acuerdo o convenio colectivo y que no prevean un periodo de vigencia.

Entrevista Teletrabajo

El teletrabajo, tan desarrollado en otros países como una de las mejores alternativas para mejorar la conciliación familiar, además de la social y que en España lo tenemos como una de las novedades más destacadas en los últimos meses.

Cabe preguntarse si esta situación socio sanitaria que nos ha llevado esta pandemia y que todavía vivimos en el día a día nos va a hacer cambiar nuestra cultura del trabajo o bien, aprovechar las infraestructuras que se están creando para erigir el nuevo concepto que a partir del día 13 de octubre tomará color en esta Ley tan pionera.

Central de Reservas, una de las empresas más innovadoras que han emergido de Aragón en estos últimos años, con numerosos premios en su joven trayectoria es reconocida como Pyme Innovadora por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y de la noche a la mañana cambió rápidamente la estancia física por el Teletrabajo.

Gracias a Ricardo Buil Buil, Director de Centraldereservas.com, tenemos un excelente ejemplo en nuestro de cómo funcionan en nuestra tierra estas nuevas modalidades con los que contamos actualmente desde las Administraciones.

¿Ha sido complicado este nuevo planteamiento?

No existen precedentes de una modificación normativa tan rápida, abundante y sorprendente en muchos casos, como la que se ha producido en las primeras semanas del estado de alarma mediante Reales Decretos y Resoluciones que han ido apareciendo en los sucesivos BOE diarios y nocturnos con entrada en vigor inmediata.

¿Ha supuesto más complejidad para los empleados o por el contrario le ha sorprendido la versatilidad con que se han adecuado a la nueva dinámica?

Somos una empresa online desde nuestros orígenes por lo que el equipo se ha adaptado bien a esta nueva situación. Tenemos varios centros de trabajo en Aínsa (Huesca), Zaragoza y otras localizaciones por lo que ya estábamos muy acostumbrados a trabajar en equipo de forma no presencial con herramientas de comunicación ágiles y comunes para todos. Al final, si las herramientas y los procesos de trabajo son comunes y están bien definidos el sitio físico es lo de menos.

A pesar de la disminución del número de turistas que ha habido este año, ¿se ha notado algún cambio sustancial en el proceso que se venía haciendo hasta ahora?

El impacto de la pandemia sobre el turismo ha sido excepcional, hay restricciones en muchos países, la seguridad sanitaria es una prioridad, los destinos preferidos han cambiado… Sin embargo, lo que no cambia son las ganas de viajar, la gente necesita salir de la rutina y, en especial, de las grandes ciudades donde los riesgos de contagio son mayores. Las tendencias a la hora de reservar ahora son: poco tiempo de antelación, escapadas cortas y destinos cercanos. Estamos trabajando en la mejora de nuestro producto para atender estas nuevas tendencias, mejorando la tecnología y adaptándonos a este nuevo escenario a corto plazo. No es tiempo de planificar cosas con mucho tiempo porque en cualquier momento surgen cambios legales, sanitarios, políticos….

Desde su punto de vista, hoy en día con las herramientas tecnológicas con que podemos contar y los recursos web que nos sería el momento idóneo para asentar definitivamente el teletrabajo o todavía estaremos buscando excusas para no ejercerlo?

El teletrabajo es una opción con muchas ventajas para todos y que, con la tecnología actual y una ley ya vigente que lo regula, ha venido para quedarse en muchas empresas. Lo ideal es un entorno laboral en el que se pueda combinar el teletrabajo con el trabajo presencial porque siempre no se pueden tener las condiciones idóneas en casa y las relaciones personales con tu equipo van a seguir siendo necesarias.

A diferencia de los holandeses, austríacos, incluso franceses ¿qué les falta a nuestras empresas para sumar ese componente telemático y ejercer nuestras funciones desde casa?

Las empresas y sus directivos deben dejar de pensar que la gente es más productiva por estar sentados frente al ordenador en la oficina durante horas. Si se tienen claros los objetivos de cada uno, se planifica el trabajo y se miden los resultados, el lugar y los horarios no son tan relevantes. Los trabajadores también deben tomar consciencia de la responsabilidad que asumen con el teletrabajo: hay que garantizar que las ventajas personales que estás teniendo con el teletrabajo no supongan una disminución de tu productividad.

El reto está en cómo conseguir ese equilibrio entre flexibilidad y productividad y eso se consigue con una relación de confianza mutua entre empresarios y empleados que hay que haber sabido cultivar a lo largo del tiempo. A muchas empresas les costará mucho ese cambio de modelo que la pandemia ha acelerado de un día para otro porque se basaban en otros modelos más rígidos, de control, horarios etc…

Existe el concepto de que trabajar es estar 8 horas en el lugar de trabajo, pero esto cambia, tanto en la sede de la empresa como tele trabajando lo importante son los resultados y no el tiempo que estás en un sitio concreto.

Desde un punto de vista más operativo, ¿el gobierno debería difundir más este tipo de modalidad entre los trabajadores o quizá estamos todavía demasiado recién iniciados en esta nueva era?

El gobierno ha acelerado la puesta en marcha de la ley que regula el teletrabajo. Es un paso muy importante para fomentarlo, tener un marco legal que establezca los derechos y obligaciones de cada una de las partes implicadas es fundamental y a partir de ahí todo va a resultar más sencillo. En el momento actual tal y como evoluciona la pandemia y hasta que haya una vacuna, el teletrabajo es una gran opción para evitar contagios, desplazamientos en transporte público, conciliar la vida laboral y familiar…. Todo lo que haga el Gobierno para fomentarlo y regularlo será positivo aunque pienso que, a veces, pecamos de exceso de regulaciones y burocracia y esto afecta de lleno a la productividad de las empresas. Con un flujo más natural sería más fácil.

Por último, en un punto de vista personal y más cercano siendo que el origen de su compañía empezó en un municipio tan pequeño como Aínsa, ¿usted promovería el Teletrabajo para acércalo a los pueblos y lugares que se van a ir desapareciendo y así dar un último empuje al mundo rural?

Nuestra empresa es un claro ejemplo de que es posible trabajar desde el mundo rural y llegar muy lejos. Con más de 20 años de trayectoria, nuestra empresa nació en Aínsa con una base 100% online porque nos dimos cuenta que gracias a Internet era posible llegar a mucha gente desde nuestro pueblo sin necesidad de tener que ir a crear nuestra empresa a una gran ciudad.

Ahora, el teletrabajo, ofrece a la gente la oportunidad de cambiar de vida, de trasladarse a los pueblos y seguir trabajando en un entorno mucho más sano, donde la calidad de vida es muy superior a las ciudades y el tiempo se multiplica. Este año más que nunca la España vaciada se ha convertido en la “España deseada” para muchos.

Yo siempre he dicho que la vida volverá a los pueblos, la Covid-19 ha sido un primer detonante, pero hay más como el ruido, la contaminación, el tiempo que se pierde en desplazarse, la seguridad, el riesgo (es menos probable que te coma un lobo a que te atropelle un autobús). Las limitaciones para estar en la ciudad empiezan a tener solución: estar cerca del hospital con helicópteros, cole para los niños con enseñanza online, trabajo con teletrabajo,… Va a volver la vida a los pueblos.

Hay dos cosas fundamentales en las que las Administraciones tienen que trabajar: garantizar una conectividad en el medio rural y unos servicios sanitarios y educativos de la misma calidad que en las zonas urbanas. Ahora lo tienen más fácil que antes para conseguir estos objetivos.