Mabel Toral García. Con la colaboración de Mª Cristina Chárlez Arán.
El pasado día 3 de mayo nos recibía –a pesar de pasar en esos días por una situación personal y vital especial– D. Juan Carlos Zapata Hijar en su despacho de la planta noble de la sede del Tribunal Superior de Justicia de Aragón ( Palacio de los Condes de Luna). La nobleza de este palacio, además de venir determinada por su arquitectura y fábrica ornamental, se ve incrementada por sus actuales usuarios y, de entre éstos, Juan Carlos Zapata es uno de sus exponentes.
En el actual Presidente de la Sala de Lo Contencioso Administrativo de nuestro Tribunal Superior concurren muchas virtudes tanto desde el punto de vista personal como profesional. Pero todas ellas se resumen en una, humildad en grado superlativo. Sin duda, esa humildad que se da en todas las grandes personas. Personas que con su sola existencia contribuyen, sin duda, a que este mundo sea mejor, incluso porque derrocha buen humor y positivismo.
Si como persona es un placer conocerlo y contar con su presencia, no es menor el honor, como abogados, de tenerlo en nuestra jurisdicción territorial. Siempre está dispuesto a compartir sus conocimientos jurídicos aceptando cuantas sesiones de formación le son ofrecidas desde el Reicaz. Sus resoluciones judiciales no solo son novedosas en algunos momentos difíciles y puntuales de la realidad social, sino que son asumidas por tribunales superiores, como el Tribunal Supremo, creando doctrina jurisprudencial.
En un simil deportivo, Zapata juega en la primera división de la Justicia. Fichaje como delantero que se ha ganado a base de esfuerzo y trabajo.
En Juan Carlos Zapata se personaliza la máxima de otro gran humilde, Albert Einstein, cuando afirmaba que un verdadero genio admite que no sabe nada.
Buenos días, estamos con Juan Carlos Zapata para nuestra entrevista de la revista del Colegio de Abogados. Nos cuentas un poco dónde estudiaste, la carrera…
Yo no tenía mucha vocación de Derecho, que quede claro, pero bueno, al final la vida te va decantando.
Cuento una anécdota: Cuando vine a Zaragoza al 1 (los abogados se acordarán de ese momento porque fue cuando se creó el Juzgado de lo contencioso) enseguida vino al nº 2 Javier Albar. Javier es quinto mío- como la mayoría de los jueces de Zaragoza que somos todos del 62- y entró en mi despacho y me dijo: pero ¿quién eres? ; soy Juan Carlos Zapata. Dice: pero si tú no eres de mi promoción. Y le digo, claro que sí, soy de tu promoción lo que pasa es que me prodigaba muy poco por la facultad. Bueno, que he tenido mala vocación, pero en el momento que empecé a estudiar la judicatura todo lo que no estudié antes lo estudié allí.
¿Estudiaste Derecho en la Facultad de Zaragoza?
Sí. Luego me preparó Mora las oposiciones y al poco tiempo aprobé.
Después me fui a Tarazona y Ejea.
Tu primer destino fue el Juzgado nº 2 de Tarazona.
Eso es. Lo hice muy bien porque lo suprimieron. Aquel Juzgado duró poco.
Los viejos se acordarán de los distritos. Este Juzgado lo cambiaron de distrito a primera instancia en el año 89 cuando se quitaron todos los distritos. Pusieron un distrito que llevaba Tarazona, Borja… y me tocó a mí. Acababan de crear ese Juzgado y había poco trabajo. Pero en esa época si tenías poco trabajo en tu Juzgado te llamaba el Presidente y te pedía que colaborases con otros Juzgados. Por eso también estuve en Ejea.
Accediste por oposición en 1989 a la carrera judicial y fiscal.
Sí.
Juan Carlos, ahora que hablas de esos Juzgados ¿no crees que era una buena escuela judicial los Juzgados de distrito?
Sí. Por de pronto no mandabas a nadie a la cárcel, como juez de entrada. Yo creo que es importante comenzar, poco a poco e ir asumiendo responsabilidades. Empezabas con un penal de faltas y luego hacías civil. El civil estaba muy bien porque llevabas arrendamientos…
Yo fui la prueba palpable de lo precipitado del cambio. Yo como juez de instrucción comencé resolviendo las apelaciones de los juzgados de faltas…ahí algo chirriaba. Quitaron los juzgados de distrito, cuando ya no había una demanda en la carrera pues habían promocionado todos los que habían entrado como jueces comarcales, municipales…ya no había un problema funcionarial. De hecho ahora está sobre la mesa la reforma para instaurar los Tribunales de instancia. El proyecto lo he leído por encima y es un proyecto complicado.
Aunque creo que fue una buena idea crear tribunales de primera instancia no lo es el desvertebrar el país y Aragón menos. Si quitas Boltaña… evidentemente Boltaña no puede ser económicamente viable eso está claro; pero eso no significa que el Estado no tenga que estar en Boltaña. Pero hacer conjugar los tribunales de primera instancia y la modernidad con los desplazamientos, es complicado. Pero hay que hacerlo. Yo creo que es importante que se mantengan los juzgados de pueblo, primero porque es una muy buena escuela para los jueces y segundo porque creo que hay que acercar los servicios a los ciudadanos. Estamos hablando siempre de la España vertebrada, pues si empezamos a quitar servicios en los pueblos es una pena. Y tampoco son ahora tantos. Antes había juzgados de distrito en muchos pueblecitos como Hijar o Borja donde hacían muy buena labor los jueces.
Yo creo que ahora uno de los retos más importante es ese: ver hacia dónde vamos con la organización territorial, la nueva oficina…
A nivel Aragón, otro tipo de servicios los estamos acercando más a través de las comarcas. Sin embargo, servicios como justicia o sanidad están desapareciendo de los pueblos. Yo no digo que en cada pueblillo exista todo tipo de servicios, pero al menos en cabeza de comarca…¿puede ser?
Yo creo que sí. Por ejemplo, acabo de mirarme lo de la ley del Registro Civil que por fin hay una modificación profunda, que hacía falta porque estaba dejado de la mano de Dios, pero claro volver a recentralizar todo es un problema. Los jueces de paz es una figura que necesita una reforma. Quizá sería bueno comarcalizar estos servicios (las oficinas de registro civil van por esa línea). Es una buena idea que las oficinas de registro civil las lleve el Letrado de cada partido; es bueno que se nutran por funcionarios propios. Porque ahora el lio de los juzgados de paz es que el Secretario del Ayuntamiento hace las funciones de Secretario y de Juez de Paz y no es ni una cosa ni otra y entiendo que eso no debe ser así. Pero claro también eso cuesta dinero…
Al final me parece que te gusta el contencioso-administrativo ¿Te gustaba de siempre?
A ver. Dentro de mi carrera, lo único que me gustó un poco fue el administrativo, las cosas como son. Iba con mi amigo Julio Vicioso compañero vuestro y con Carlos Valiño e íbamos a las clases de López Ramón, con el recientemente desparecido Bermejo y con Martín Retortillo, que eran muy buenos. Como solo iba a esa clase nos teníamos que sentar en la entradilla porque no había sitio. La gente ahora habla de aforo; acuérdate de aquellos “aforos”.
Me gustó mucho el administrativo. Pero eso fue un paréntesis porque luego hice las oposiciones de Juez.
Pero la suerte de estas cosas es que cuando ascendí a Magistrado está el “corte”, es decir, te ofrecen unas plazas concretas. Normalmente son pocas; yo creo que en mi corte eran 11 plazas. Casualmente una de las plazas que me ofrecieron era contencioso; tenía trampa porque estaba en Bilbao. Recuerdo que mi madre me decía “no, cómo te vas a ir a Bilbao…” Estamos hablando de 1991. Pero yo, como he sido siempre bastante inconsciente, me fui de cabeza. Me encontré a Rafael Medina que fue juez de lo social muchos años y me dijo: ni te lo pienses, vete a Bilbao.
Me fui y fui muy feliz. No solo por la materia que me enganchó desde el primer momento, aunque es una materia que implica muchísimo trabajo, pero sobre todo por el sitio y los compañeros. Tengo amigos ya de toda la vida de allí de Bilbao; gente encantadora, trabajadores, muy brillantes porque luego han ido todos ascendiendo… La verdad es que hicimos un grupo muy bueno y se hacía una labor, a mi modo de ver, muy importante.
El contencioso lo que tiene es que es muy variado. Así que me enganché al administrativo y actualmente ya me va mal el Código penal que no sé de qué año es….aunque también lo aplicamos por ejemplo en temas de extranjería.
El administrativo cada vez se hace más popular.
Cuando ibas a Dominicos también trabajabas con tu padre. Has sido un chico muy trabajador. En tu carrera judicial, fuiste presidente de la Sala de lo Contencioso en el 2012 la primera vez y reelegido en 2017
Efectivamente.
Y más en estos últimos tiempos ¿Apuestas por las especialidades dentro de la judicatura?
Sí. A mí me parece que es importante, pero bien llevadas porque luego se generan muchos desencuentros entre los compañeros. Me parece que es bueno que se especialice la gente pero la forma de favorecer esa especialización dentro de la carrera tiene que ser muy promediada y proporcionada.
Por ejemplo, ahora nosotros tenemos un problema en la sala ya que de cada tres puestos uno tiene que ser servido por magistrado especialista, lo que me parece correcto; pero no se puede cubrir por un magistrado no especialista con lo cual queda vacante siempre. Así que ahora tenemos dos plazas de especialista, una está servida con José Carbonero y la otra, al jubilarse Fernando García Mata no se ha cubierto. Se cubrió por Pilar Galindo que estaba en servicios especiales en el Consejo pero tuvo que volver. Salió de nuevo la plaza y ningún especialista la quiere. Con esto quiero decir que me parecen bien las especialidades pero que no provoquen estos agujeros.
Además, lo mismo que pasa en Aragón pasa en otras Comunidades. Tendría que haber más flexibilidad para que Magistrados no especialistas pudieran acceder a esas plazas.
Hay también una vieja aspiración de los que no somos especialistas y es que quien ejerza una determinada cantidad de años en una especialidad concreta pueda equiparse a una especialista. Bueno esto es un debate que está ahí, pero nosotros actualmente tenemos la peculiaridad de que somos 6 pero hay una plaza que está vacante continuamente. De hecho, estamos pensando en algún sistema para reforzarlo como una comisión de servicios. Estas cosas son un parche, pero por lo menos podremos solventar este problemilla.
¿Aspiras al Supremo?
A ver. Lo he pedido dos veces. Mi situación personal actual no es muy favorable para pedir el TS pero por otro lado me da rabia no pedirlo. Entonces, bueno, yo aquí estoy feliz, es mi ciudad, es mi tierra, mis compañeros. En fin, lo natural es que yo fuera al Supremo, o por lo menos pedirlo, el problema es cómo está ahora la estrategia para ir al Supremo porque no es un concurso, allí vas a que te elijan. Esto es como un concurso pero de Got Talent: hay un jurado y se dan la vuelta a la silla y te eligen; entonces es muy complicado.
Yo no me presenté en mal momento, la última vez llegué a aprobar en terna, a finales de 2019, pero se lo dieron a la Jefa de Inspección y a una Magistrada de Jueces para la democracia de las super veteranas. Y allí yo tenía pocas opciones. Pero bueno, ahora cuando vuelvan a salir, cuando se desparalice todo ya me lo pensaré.
Lo pides y te acoges al teletrabajo
Claro. Ahora todo es más fácil. Viajar de Zaragoza a Madrid es comodísimo.
Has participado en un montón de conferencias sobre el COVID, seminarios, entrevistas en Aragón radio…
Es que en la Sección Primera de la Sala, nos ha tocado este tema muy de cerca y, por desgracia, nos hemos tenido que posicionar a veces contracorriente.
De hecho hubo una cuestión de inconstitucionalidad
Es que lo que ha pasado es un poquito largo de explicar pero nos da un poco la idea de que el Estado de Derecho y la pandemia igual no se llevan muy bien.
La lucha que hemos tenido contra la pandemia…ha sido un problema porque yo soy firme partidario de que todo tiene una solución jurídica aceptable.
El tema de la cuestión de inconstitucionalidad no es menor, además este problema se va a volver a reproducir con el fin del estado de alarma. Ya sabéis que al principio los jueces de lo contencioso teníamos competencias para autorizar medidas sanitarias y empezaron las Comunidades Autónomas a pedirlas a jueces unipersonales. Como la política en España funciona como funciona algún juez se atrevió a no darla y saltó la alarma. Saltó en todas las Comunidades Autónomas pero solo se movilizó el gobierno cuando ocurrió en Cataluña y País Vasco, que son como las dos piedras de toque en Madrid. La solución que dieron es que esa autorización fuera dada por las Salas de los Tribunales Superiores de Justicia. Dieron competencias a las Salas de los Tribunales Superiores si las medidas eran a nivel de Comunidad Autónoma y a la Audiencia Nacional si las medidas eran estatales.
Cuando nos tocó decidir el confinamiento de La Almunia entonces nos planteamos si eso era constitucional. La verdad es que el TC lo ha admitido. En la Sala pensamos que no es una función que tengamos los jueces y que no debemos tenerla. No debemos tener la función de autorizar o ratificar medidas sanitarias porque esa competencia debe ser de la Administración. Una cosa es que el Juez autorice una restricción de derechos fundamentales de una persona, a la que le miras los ojos y sabes cuál es el juicio ponderativo entre el perjuicio que le ocasiona la restricción de ese derecho fundamental y el beneficio que le da a las personas como el caso de la tuberculosis; como jueces de lo contencioso hemos ido al hospital, hemos visitado al enfermo de tuberculosis para decirle que debe seguir en el hospital hasta que lo digan los médicos y le pones esa medida restrictiva; pero lo que no puedes es hacer eso con todos los aragoneses. Eso es un disparate, es una medida general, me atrevería a decir reglamentaria casi.
Qué ha pasado con esto: pues que no hemos hecho los deberes. El Parlamento no ha dictado una ley orgánica que regulase la cuestión.
Nosotros estamos en otras cosas y el Estado de Derecho tiene que estar en la lucha contra la pandemia y lo que ocurre es que se están generando infinidades de desigualdades y arbitrariedades. Lo digo claramente porque si no hay una ley que regule, hay una Comunidad Autónoma que te va a cerrar a las 20:00, otra que cerrará a las 21:00h, hay una Comunidad Autónoma que no te va a dejar salir de tu comarca…en fin, esto como diría mi amigo Jesús Colás es un “sindios”. Y esto no debería ser así, debería haber una ley como la que regula cualquier tipo de actividad administrativa, con la tutela de la Unión Europea. Hay una cosa sobre la que he escrito que es el principio de precaución. Sobre esto intentaremos dar una ponencia en el Colegio de Abogados dentro de nada.
El principio de precaución implica que tú tienes unas normas que la administración gestora tiene que aplicarlas. Cuando no tienes esas normas funciona un principio de precaución muy general. Con lo cual es verdad que la Administración cuando no tiene consciencia del peligro que genera una determinada actividad aplica la precaución, la cautela. Pero es que ahora ya no estamos en ese escenario. Estamos en un escenario en el que todo el mundo sabe que hay unos indicadores en los que basarse los científicos para determinar: con 100 hay que confinar o con 100 no hay que confinar. Esos parámetros los tenemos, pero no deben de servir solo para que la Administración dicte esas medidas, sino para que todos los ciudadanos lo tengan claro y actúen en consecuencia.
No llego a entender por qué no tenemos ese escenario jurídico y ahora vamos a encontrarnos después del estado de alarma con una situación de absoluta inseguridad.
Una situación muy problemática. Además, está el tema de las competencias de las Comunidades Autónomas. Hay gente que dice que en Aragón sí pero que otras Comunidades en ningún caso pueden adoptar las medidas adecuadas…Si ahora es un caos imagínate después del estado de alarma.
No sé lo que querrán hacer, no tengo ninguna información. Hay una ley autonómica que cuanto menos es muy discutible que el parlamento autonómico adopte este tipo de medidas que pueden generar bastantes problemas de inseguridad.
En septiembre de 2020 la Sala adoptó la medida cautelar de no limitar el número de asistentes a según que celebraciones: comuniones, bodas…¿Cómo está ese tema?
Estamos debatiendo la sentencia.
Y realmente se ha cumplido esa medida cautelar
Yo creo que sí. No tenemos constancia de lo contrario. Pero fue para una cosa muy concreta. Acordaros que las medidas eran de semana. Adoptamos dos medidas cautelares una por el tema de bodas y otra por cuestiones de aforo.
Has hablado de tus charlas en el Colegio de Abogados que como siempre sigues colaborando y también has escrito libros con editorial Aranzadi.
Los libros los escribo en el verano. Pero solo escribo a demanda.
El procedimiento abreviado fue nuestro best seller porque fue cuando pusimos en marcha el juzgado. Lo hice con Chamorro que somos muy amigos, es un hombre encantador., fue presidente de la APM, actual presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias
También has colaborado con Javier Albar y Javier Oliván.
Eso fue una beca; fue muy divertido. Allí les metí yo porque ellos no querían. Nos presentamos a la beca Wellington que otorga el CGPJ y la Fundación Wellington. Yo no sabía que ese hotel de Madrid perteneciera a una Fundación. Es una Fundación que entre sus fines está el fomentar el mundo jurídico y dan una beca sustanciosa y en contencioso un año la ganamos nosotros.
Asimismo, has dado clases en la USJ
Doy clase actualmente. Esto es porque tengo un hijo que hace fisioterapia en la San Jorge. Y pensé: les voy a llamar y entonces estaban preparando el cuarto curso y había una asignatura que es función y contratación pública y la verdad es que me venía perfecta. Es como dar clases particulares porque por ahora hay muy poca gente y estoy muy contento. Luego te metes en este mundo y actualmente estamos preparando un título propio de experto en derecho público.
Tengo alguna nota del séptimo Congreso de Derechos Humanos con el CGAE en el 2020 que además la ponencia es de total actualidad: “el marco jurídico del derecho a la salud en España y su funcionamiento durante la pandemia”.
Tenéis mucha suerte los abogados porque tenéis muchos foros. Y la verdad es que el CGAE funciona muy bien. Hacen un Congreso anual de Derechos Humanos que desconocía.
Si, con la Fundación
Lo que pasa es que este año se celebró telemáticamente. Eso fue a través de una compañera vuestra, Elisa Marraco, que está en la Fundación y me llamó y muy contento. Además me pude escapar un día a Madrid que en la actualidad es un lujo.
No podemos olvidarnos de que eres académico electo de la Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Si.
¿Estás preparando el discurso o ya lo tienes?
Lo tengo. Lo hice en verano. Feliz de entrar en la Academia. Me contesta Luis Gil. Entré de la mano de él y muy contento de que me conteste.
Luis Gil también contestó el discurso de Felipe Zazurca y el de José Luis Artero
No te entretenemos más Juan Carlos. Muchísimas gracias
Muchísimas gracias Juan Carlos. Como siempre un placer compartir este rato contigo. Te agradecemos que nos hayas dejado ocupar parte de tu valioso tiempo. Y aunque deseamos que pronto te vayas a Madrid –sin duda te lo mereces y el Supremo te necesita–, sabemos que esta es tu tierra y tu gente y continuarás como siempre no escatimando tu presencia en estos lares.
Aunque seguro que Juan Carlos es más de rock, permítasenos acabar entonando esa jota aragonesa a la que Juan Iranzo, el Pastor de Andorra, que recuerda a alguien quien, a pesar de salir de esta tierra, siempre conoce el camino de vuelta.
Zapata, Zapata levanta tu vuelo
Cuanto tus alas permitan.
Aunque a Madrid te vayas,
Seguro que sabes volver luego.
Muchísimas gracias Juan Carlos por ser y estar.